En la tierra de Gracia hallé temperancia suavísima y las tierras y árboles muy verdes y tan hermosos como en abril en las huertas de Valencia; y la gente de allí de muy linda estatura y blancos más que otros que haya visto en las Indias, e los cabellos muy largos y llanos, e gente más astuta e de mayor ingenio e no cobardes”. Así describe el Almirante de la Mar Océano, Cristóbal Colón, en la Carta a los reyes, en agosto de 1498, su entrada al Golfo de paria, puerta a Tierra Firme, al desconocido continente que luego sería llamado América.
Quinientos años después de este acontecimiento, el Instituto Postal Telegráfico de Venezuela, IPOSTEL, se complace en ofrecer esta emisión especial de sellos postales conmemorativos, que muestran algunos de los más significativos procesos que han conformado nuestra nación, desde la llegada de Colón en su tercer viaje: la gesta de los primeros exploradores, la configuración territorial , el desarrollo de la sociedad, las manifestaciones culturales y el particular mestizaje resultado de la diversidad étnica.
Es muy probable que Macuro o una de las otras ensenadas vecinas, situadas en la costa meridional de la Península de Paria, haya sido el primer punto alcanzado por las naves de Colón, procedentes de Trinidad, en los primeros días de agosto de 1498.
Dice en su diario de a bordo que se trata de una región “muy montañosa y con muchos valles; todos deben estar habitados porque están todos cultivados”. La tripulación observa que en estos montes existe una gran cantidad de monos que se desplazan entre una frondosa y tupida vegetación, poblada de una gran variedad de fauna. En el primer encuentro con los indígenas, éstos les ofrecen frutas y chicha, una bebida elaborada a base de maíz fermentado, que aún hoy se consume en Venezuela. Se adornan con diferentes alhajas en forma de pájaros, ranas y cocodrilos confeccionados con una aleación de otro, cobre y plata.
Estos primeros contactos habrían de determinar las características de un largo período de intervenciones europeas de conquista y colonización, de imposición lingüística y religiosa, de fundación de ciudades sobre la base de patrones europeos, de explotación de la mano de obra indígena y, posteriormente, africana, para constituir finalmente una sociedad que se ha integrado étnica y culturalmente en una idiosincrasia abierta a nuevos aportes.
Esta emisión aspira ilustrar algunos de los procesos a través de imágenes que muestran, en un esfuerzo de síntesis, los momentos iniciales y la situación actual de algunos temas considerados imprescindibles para la comprensión del desarrollo de los diferentes aspectos que constituyen la nación venezolana.
Los primeros exploradores europeos llegan a las costas continentales del Nuevo Mundo en el marco de la compleja situación económica y socio política caracterizada por la dura competencia que se genera a raíz del afán de expansión imperialista de algunos países, lo que plantea la necesidad de buscar nuevas rutas comerciales hacia Oriente y la ampliación de los mercados.
Cristóbal Colón es la expresión del hombre formado en una mentalidad medieval, que mira al mundo desde una concepción moderna de los espacios geográficos y de nuevas alternativas económicas, razones que motivan, en última instancia, a la Corona española a financiar el arriesgado proyecto del Navegante. Luego de sus dos exitosos viajes a las nuevas tierras, Colón logra aglutinar inversiones de diversa procedencia, de quienes esperan obtener cuantiosas ganancias por su participación en la empresa, que abrirá para Europa, sin tener aun conciencia de ello, el inmenso potencial de un continente de riquezas insospechadas, hasta entonces desconocido.
A la de Colón, habrían de seguir otras empresas similares, destacándose particularmente la de Alonso de Ojeda de 1499, quien posteriormente hubo de reconocer, después de cierta controversia, que había seguido la ruta trazada por el Almirante de la Mar Océano, lo que le permitió navegar las costas de occidente de Tierra Firme, junto a Juan de la Cosa (el cual asume la dirección de la expedición como piloto mayor) y Américo Vespucio, partiendo de Cádiz el 20 de mayo de 1499.
El primer intento de representación cartográfica de las nuevas tierras, se debe al cosmógrafo y marino Juan de la Cosa, quien antes había participado en el segundo viaje de Cristóbal Colón. En este mapa registra el trazado del perfil continental, fruto de sus observaciones durante la exploración por la costa, desde paria hasta el Cabo de la vela, en el cual aparece por primera vez el nombre de Venezuela. Un siglo después, en 1.599, Jodocus Hondius nos lega un nuevo mapa basado en el manuscrito de Sir Walter Raleigh, donde aparecen fantasiosamente representados los asentamientos indígenas, abundante toponimia, el mito de El Dorado y los pobladores de la región. Desde ese momento, comenzará el proceso de conformación político-territorial venezolana, para llegar a la actual y aún polémica delimitación.
En el transcurso de estos quinientos años, el crecimiento de la población ha devenido desde las comunidades que habitaban en aldeas de palafitos - vivienda indígena, originaria de las costas, tal como avisaron los primeros exploradores – hasta la urbe de concreto, sirviendo de marco a una conformación social cada vez más compleja, en la medida que se han incorporado nuevos componentes étnicos, diferentes actividades económicas, múltiples y diversas transformaciones políticas, y enriquecedoras manifestaciones culturales.
Hasta que se establecieron los primeros asentamientos coloniales urbanos de patrón hispano en el Nuevo Mundo, los indígenas habían mantenido una relación de armonía con el medio que no alteraba el equilibrio con el entorno natural. A partir de la implantación del nuevo modelo de poblamiento, las concentraciones humanas comenzaron a crecer y a ubicarse en espacios delimitados artificialmente, dando lugar a nuevas formas de organización social. Paulatinamente, el concepto con el cual fue concebida la distribución de los espacios, se fue distorsionando por factores entre los cuales se puede mencionar la industrialización, el éxodo rural y la falta de planificación.
Venezuela de caracteriza por una heterogénea variedad de tipos físicos y culturales, consecuencia del largo proceso de integración multiétnica de indígenas, africanos y europeos. A diferencia de otros países andinos y centroamericanos, con similares fases de colonización, nuestra población reúne equilibradamente las características de los grupos que se han fusionado para converger en el prototipo del venezolano actual. Es importante resaltar el particular fenómeno de la inmigración europea de mediados del presente siglo, debido a la privilegiada situación económica y geográfica del país.
El pueblo venezolano ha expresado el poder creador de su trabajo en una inmensa variedad de manifestaciones estéticas, que trasmiten la carga de sus creencias mágicas y religiosas, sus tragedias y alegrías, sus tradiciones y esperanzas, sus mitos y leyendas. El barro, que da forma a dioses, animales y plantas desde hace más de 2.000 años, cuando las etnias indígenas representaban el entorno natural y el orden de su estructura social, en una alquimia de arcilla y fuego. Las maderas, nobles y dúctiles, han transmitido desde tiempos inmemorables la riqueza del folklore que produjo la fusión de tres continentes. Los tejidos, la cestería indígena y campesina, y otros tantos géneros artesanales, antiguos y recientes, constituyen una amplia gama de texturas, colores y formas que bajo las manos sensibles del creador nos ofrecen siglos de sabiduría, nuestra herencia cultural, un patrimonio que debemos preservar para el disfrute y sentido de pertenecía de las próximas generaciones a una nación grande, rica y generosa.
El Instituto Postal Telegráfico de Venezuela, IPOSTEL, desea expresar constancia de su agradecimiento a las personas, instituciones y funcionarios, por las facilidades concedidas para la producción de esta emisión:
Instituto Autónomo Biblioteca Nacional de Venezuela
Fundación Galería de Arte nacional (CINAP)
Senador Marcos López Inserny
Virginia Betancourt Valverde
Iván Castro
Robert y Ruth Bottome
María Elena Rodríguez
Carmen Leonor Michelena
Día de circulación: | 10 de agosto de 1998 |
Valor estampillas: | Bs. 140; Bs. 150; Bs. 200; Bs. 350; |
Cantidad: | 200.000 de 350; 100.000 de las demás |
Tamaño estampilla: | 35 x 45 mm |
Presentación: | Hoja de 10 estampillas |
Tamaño de la hoja: | 210 x 135 mm |
Tipo de papel: | Estucado, Engomado tropicalizado |
Perforación: | Filatélica de 12 |
Sobres del primer día: | 5.000 |
Tamaño: | 163 x 92 mm |
Sistema de impresión: | Offset |
Ilustración: | José Luís Faría Rodrigues |
Diagramación: | Juan Carlos Fernández |
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