En el año 1937 se decreta el primer Parque Nacional de Venezuela, con el nombre de Racho Grande. Posteriormente, en el 1951, se le da el nombre de HENRI PITTIERen honor del eximio naturalista que tanto tiempo dedicó al estudio de la flora del Parque y propuso su creación.
El Parque Nacional HENRI PITTIER está situado en su mayor parte en el Estado Aragua y menos del 7% de su extensión está en el Estado Carabobo, en cuyo territorio se une al Parque Nacional San Esteban.
Ubicación geográfica: 10° 14” y 10° 32” latitud norte; 67° 24” y
67° 52” latitud oeste
Superficie: 107.800 Ha.
Altitudes variables desde: 0 a 2.436 msnm.
Comprende desde zonas muy secas (xerofíticas), en su zona
literal, pasando por formaciones de bosques tropófilos, bosques deciduos y lo
que más lo caracteriza: bosques o selvas nublas, siempre húmedas.
En relación a su tamaño, el PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER está ubicado
entre los tres o cuatro sitios de la Tierra con mayor biodiversidad, por lo cual
constituye no sólo un patrimonio natural de Venezuela sino también del mundo
entero.
Realmente produce admiración que en una extensión que no alcanza las 110 mil
hectáreas existan en ella más de quinientas diferentes especies de aves, lo cual
ya de por sí es un hecho extraordinario.
Pero, igualmente, otros grupos de animales como los anfibios, los mismos
mamíferos y sobretodo los insectos, son enormemente abundantes en individuos y
especies. Lo mismo puede decirse de la diversidad de la vegetación, la cual
según el ecólogo venezolano, de origen alemán ya fallecido, Wolmar Varechi, es
proporcionalmente más rica en diversidad del mundo.
El PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER posee una extraordinaria importancia
social y económica por estar ubicado muy cerca de un área intensamente poblada
como es el eje comprendido entre las dos más importantes ciudades industriales
de Venezuela como son: valencia y Maracay, con una población conjunta que
sobrepasa los dos millones de habitantes incluyendo las poblaciones bajo su
influencia directa. Para todos los habitantes de esta amplio conglomerado humano
el Parque no sólo constituye un inmenso pulmón vegetal, sino también por su
majestuosidad; sus impresionantes paisajes y su abundante flora y fauna son
motivo de inspiración y de regocijo espiritual, ante una obra del Creador tan
hermosa y fascinante.
En sus áreas recreativas, especialmente La Cocuiza, Polvorín, Guamita, La
Trilla, Choroní y Cuyagua, éstas dos últimas a orillas del Mar Caribe, el
PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER acoge a millares de visitantes que disfrutan
de un relajante descanso contemplativo, o de una amena actividad recreativa en
íntimo contacto con la naturaleza, todo lo cual contribuye a disminuir el
agotamiento psíquico y físico o estrés. Además los ríos y quebradas del Parque
alimentan pequeños y medianos acueductos que surten de agua a más de 200.000
personas que habitan en sus cercanías, tanto en su vertiente norte, hacia el Mar
Caribe, como a la sur que drena hacia el Lago de Valencia.
Los poetas se inspiraron en el Parque, para crear hermosas obras
literarias que exaltan la belleza del parque o propugnan por su defensa
especialmente en relación con los incendios forestales que en las temporadas
secas producen intensos daños a la vegetación, la fauna y en general al paisaje
del Parque.
Afortunadamente son muchos los defensores decididos del Parque, a cuya cabeza se
encuentra la Sociedad Conservacionista de Aragua, la cual desde el inicio de su
fundación hace 25 años, tiene como prioridad proyectos de Educación Ambiental
dirigida a dar conocer el Parque y promover acciones para su defensa y para ello
está formando los Clubes de Hermanos del Parque Nacional Henri Pittier en
diversas escuelas y liceos.
Existen además, entre los defensores del Parque: la Sociedad Científica Amigos
del PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER, el grupo SECA, Tierra Viva, brigadas
de tragahumo (bomberos forestales voluntarios) como Palmarito, Corozal, Valle
Verde, héroes anónimos, Henri Pittier, Luz de Aragua, etc.
Sumados son más de doscientos voluntarios que unen sus esfuerzos al personal del
Instituto nacional de Parques, INPARQUES, en defensa e integridad del PARQUE
NACIONAL HENRI PITTIER.
En la zona de Rancho Grande, a orillas de la carretera El Limón – Ocumare de la
costa, existe un antiguo edificio construido por el dictador José Vicente Gómez,
para un hotel de lujo. A raíz de su muerte la construcción quedó abandonada, sin
terminar. Posteriormente se instaló allí la Estación Biológica de Rancho Grande,
dependiente, primero del Ministerio de Agricultura y luego del Ministerio del
Ambiente y del Instituto nacional de Parques (INPARQUES) organismo al cual por
ley compete la administración y manejo del PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER.
Existió allí también un museo de Ciencias Naturales lamentablemente hoy
desaparecido. La colección científica y parte de la exhibición se encuentra en
“Profauna” dependencia del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables,
ubicada cercana a la población de El Limón.
Actualmente funciona la edificación, la Estación Biológica Dr. Alberto Fernández
Yépez, dependiente de la facultad de Agronomía de la Universidad Central de
Venezuela. En esta zona está ubicado El Camino de Interpretación de La
Naturaleza “Andy Field” utilizado con frecuencia en actividades de Educación
Ambiental y Ecoturismo.
Estas dependencias están situadas a una altura de 1100 metros sobre el nivel del
mar, en plena selva nublada y muy cerca está la famosa obra conocida como el
“Paso de Portachuelo”, por donde cruzan millones de aves y de insectos
migratorios, constituyendo por ello un sitio de gran interés científico por
cuanto allí se pueden capturar aves que luego de ser marcadas mediante anillos
especiales son liberadas para que continúen sus viajes migratorios y
posteriormente al ser recapturados en otros países o en el mismo Potachuelo,
aportan una mayor información sobre las rutas migratorias de varias especies,
algunas de las cuales en sus viajes, por ejemplo, desde Canadá hasta Argentina,
recorren más de 12.000 kilómetros.
Por todo lo mencionado, por su importancia que desde el punto de
vista ecológico es muy grande, por su biodiversidad, por ser fuente de recursos
hídricos y por su belleza escénica y paisajista el PARQUE NACIONAL HENRI
PITTIER es un patrimonio de Venezuela y el Mundo, el cual debemos proteger y
conservar para siempre.
La celebración del sexagésimo aniversario del PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER,
pionero de los parques nacionales, brinda la oportunidad al Instituto Postal
Telegráfico de Venezuela, IPOSTEL, de presentar al mundo en general y muy
particularmente al filatelista, una serie temática conmemorativa que sin duda
alguna será el deleite de todos por la belleza de su contenido. Nuestros parques
nacionales son, entre otros, uno de los tesoros naturales con que la Divina
Providencia ha querido dotar a Venezuela que con legítimo orgullo podemos
exhibir. El significado e importancia que para todos los habitantes del país
representa su tenencia, defensa y conservación se traduce no solo en el agrado
de poseerlos sino también en la obligación moral que tenemos de ofrecer a las
presentes y futuras generaciones las condiciones vitales necesarias para su
cabal desarrollo. De ahí, la encomiable política y labor desarrollada por los
organismos competentes en la materia tales como el Ministerio del Ambiente, el
Instituto nacional de Parques, las Gobernaciones Estatales correspondientes,
etc., entre otros, con respecto a los Parques Nacionales. Por ello, IPOSTEL
en nombre de la colectividad venezolana desea felicitar por tan feliz
aniversario al pueblo de Aragua en la persona del ciudadano Gobernador del
Estado, Prof. Didalco Bolívar, y agradecer al Prof. Gerardo Yépez Tamayo,
tesonero naturalista, las orientaciones que tan generosamente nos ha ofrecido
para la ejecución de esta emisión.
Una breve descripción de las imágenes presentadas en las ilustraciones son dadas a continuación:
Paují copete de piedra (Crax pauxi)
De todas las especies de aves, que comprende esta colección, es el Paují copete
de piedra el más singular y prácticamente el único amenazado de extinción. Esto
se debe a que constituye un ave de cacería, ya que alcanza el tamaño de un
pequeño pavo, con una longitud de pico a cola de un metro. Su distribución es
muy corta pues solo habita en parte de la Cordillera de la Costa y la Serranía
de Perijá. Lo más característico de este familiar de las guacharacas (Familia
Cracidae), es su estructura córnea de unos 6-8 cm., redondeada y de un color
azul grisáceo.
Águila de Penacho (Spizaëtus ornatus)
Este especia es una de las más hermosas águilas que con frecuencia se ven
volando sobre las selvas del PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER. Alcanza un
tamaño hasta los 630 mm. Y su distribución en Venezuela es bastante amplia. Su
coloración es muy atractiva y se distingue por su cresta negra. En los
ejemplares jóvenes, toda la cabeza, incluyendo la cresta, es de color blanco. Se
alimenta de aves y pequeños mamíferos silvestres.
Perico siete colores (Touit collaris)
Decir siete colores es poco, pues este perico, pariente de loros y guacamayas
(Familia Psittacidae) es una verdadera paleta de pintor, porque no sólo
presenta colores primarios, sino también preciosas mezclas y degradación de
colores.
El Perico siete colores es común en los bosques semideciduos y nublados del
PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER y en ocasiones se les observa atravesando el
Paso de Portachuelo en bandadas de 15 a 30 individuos. Esta especie, a
diferencia de otros Psitácidos (loros, pericos y guacamayas que muchas personas
ilegalmente mantienen en cautiverio), no debe enjaularse porque muere al poco
tiempo de ser apresada.
Sorocúa (Trogon collaris)
El sorocúa o trogón acollarado es uno de los más pequeños parientes cercanos de
los quetzales, aves de la familia Trogonidae que solo existe en el
Neotrópico.
En el PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER, además del sorocúa existe la misma
especie del queztal de Centroamérica, donde es un orgullo; Guatemala le ha
honrado dándole el nombre a su moneda y distinguiéndolo como su ave emblemática.
Lo único diferente es que se trata de una subespecie que no tiene la cola
alargada de los queztales centroamericanos y mexicanos, pero el resto, con sus
colores verdes metálico en todo su torso y el pecho y abdomen rojizo, es
semejante.
Pero el sorocúa, ave emblemática del Estado Aragua, no es meno hermoso que el
queztal. Ver posado un sorocúa en una rama en medio de la selva, es un
espectáculo que nunca se olvida, y nos hace recordar a su Creador.
Querre querre (Cyanocorax yncas)
No cabe duda que el querre querre es una de las aves de más hermoso plumaje de
todo el país, pero ella sobresale porque está al alcance de cualquier observador
de aves a lo largo de toda la Cordillera de la Costa y es muy común en el
PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER, así como el Parque Nacional El Avila. Además
es un ave alegre, chillona y saltarina que no rehúye la presencia del ser
humano, pero el querre querre ama su libertad y muere de rabia y de tristeza
cuando se le pretende mantener enjaulado.
Azulejo golondrina (Tersina Viridis)
Esta bellísima avecilla es muy común en el PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER
y en sus alrededores. En Rancho Grande, en la construcción que sería un Hotel y
hoy se usa como un centro de estudios biológicos, puede observarse con
facilidad, porque, además, nidifican en oquedades del vetusto edificio.
Presentan un marcado dimorfismo sexual, es decir, el macho tiene una coloración
notoriamente diferente a la hembra, que como siempre en la mayoría de las aves
que presentan dimorfismo es de una coloración menos atractiva que en el macho.
La denominación común de Azulejo golondrina, se debe, en primer lugar, al
predominio del color celeste en su plumaje, y golondrina, por el parecido con
estas aves cuando despliegan sus alas. Se asemejan también por la forma de su
pico.
Tan singular es esta especie que por muchos años los ornitólogos la ubicaron
dentro de una Familia: Tersinidae. Hoy lo está dentro de la Familia
Subfamilia Thraupinae de la Familia Emberizinidae.
Rana verde (Phyllomedusa trintatis)
Uno de los vertebrados inferiores mejor representado en el PARQUE NACIONAL
HENRI PITTIER, es el de los anfibios, con un total de 40 especies que
incluye una especie salamandra. Las 39 especies restantes son sapos y ranas
(Anuros), entre los cuales hay desde sapos marsupiales, que llevan los
renacuajos en cavidades del dorso hasta aquellas que lo llevan simplemente sobre
el lomo.
Las condiciones de alta y constante humedad de la selva nublada hace propicio el
ambiente para los anfibios, entre los cuales, el presentado en la ilustración,
es uno de los que presenta la coloración más llamativa. Esta ranita, de unos 55
mm de largo, coloca sus huevos en las hojas ubicadas sobre quebradas o charcos,
de tal manera que esté garantizada la caída al agua de los renacuajos recién
nacidos, para que una vez en el medio acuático terminen su desarrollo. En el
dibujo la ranita está trepada en un ejemplar de Platanillo (Heliconia
latispata).
Mariposa azul (Morpho pelides)
¿Cuál entre los cientos de especies de mariposas (Lepidoptera) que
habitan el PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER debemos escoger por ésta
importante emisión filatélica? No dudamos que, la más bella y fácil de observar
en su medio, es la que llamamos Mariposa azul, la cual nos sorprende con su
suave y majestuoso vuelo cuando caminamos por el Parque o aún cruzamos sus
carreteras. Lamentablemente, esta gran mariposa, de hasta 12 cm de envergadura,
es la favorita de los coleccionistas de insectos y su población ha ido mermando.
Es necesaria un poco más de conciencia conservacionista y de vigilancia para
protegerla, así como el resto de la flora y fauna del Parque.
Escarabajo arlequín (Acrocinus longimanus)
El escarabajo arlequín, conocido también como arlequín de Cayena, es uno de los
insectos más conspicuos que se puede encontrar en el PARQUE NACIONAL HENRI
PITTIER. Por la conformación de sus enormes patas delanteras y las largas
antenas y su bella coloración es inconfundible, y es uno de los más llamativos,
entre las miles de especies que habitan el Parque. Forma parte de la gran
Familia Cerambicidae del enorme orden Coleoptera, conformado por
más de 250 mil especies.
Escarabajo Hércules (Dynastes hercules)
Otro enorme coleóptero, llega a medir más de 10 cm. de largo, que llama la
atención de cualquiera que observe una colección de insectos del PARQUE
NACIONAL HENRI PITTIER, es el escarabajo Hércules. Presenta dimorfismo
sexual y la hembra es algo más pequeña que el macho y carece de la protuberancia
córnea en forma de cuerno que también ha hecho denominar a esta especie con el
nombre común de escarabajo rinoceronte.
Resolución: | Resolución Nº 036 de fecha 30 de Junio de 1998 |
Día de circulación: | 17 de Julio de 1998 |
Valor estampillas: | Bs. 140, 150, 200 y 350 |
Cantidad: | 100.000 de Bs. 140, 100.000 de Bs. 150, 200.000 de Bs. 200 y 100.000 de Bs. 350 |
Sobres del Primer día: | 5.000 |
Tamaño estampilla: | 32 x 38 mm |
Presentación: | Hoja de 10 estampillas |
Tamaño de la hoja: | 192 x 114 mm |
Tipo de papel: | Estucado, engomado tropicalizado |
Perforación: | Filatélica 12 |
Sistema de impresión: | Offset | Ilustración: | Joaquín Salcedo |
Preprensa e Impresión: | Gráficas Armitaño, C.A. |
Ver Registro en la Base de Datos |