Día mundial del correo

El correo existe desde tiempo inmemorial. Podemos afirmar que nació con el hombre, pues éste, desde que aprendió a transmitir sus ideas, sintió la necesidad de comunicarlas a sus semejantes y, para ello, utilizó los medios más accesibles como la voz, el dibujo y los gestos.

Historia y Organización Postal Nacional

Durante la época de la colonia la correspondencia de y para el exterior era transportada por los buques de guerra, hasta que se dieron inicio los servicios Marítimos de la Compañía Guipuzcoana, 1728- 1778, cuyos barcos trasladaban ese tráfico.

Para el interior de la Capitanía General de Venezuela la correspondencia de carácter oficial circulaba por medio de peatones o de postas de caballería, mientras que la particular era conducida por viajeros y arrieros.

En 1795, el Capitán General, Don Pedro Carbonell, organizó el servicio de correo, constituyéndose en el punto de partida de nuestra organización postal. En aquel momento no dio el resultado esperado debido a la escasez de rutas y al reducido número de oficinas.

Durante la guerra, los beligerantes usaban postas de a pie y de caballo, para informar a los jefes de campaña.

En tiempos de la Gran Colombia, el servicio postal mejora, ya que se extendió a las grandes ciudades, y se establecieron correos semanales, quincenales y mensuales. Se utilizaron los buques que hacían el comercio para comunicar a los pueblos entre sí.

En 1832, primera Presidencia de Páez, se fijaron los portes de la correspondencia que se conduce por mar. Se dio paso a la Administración Postal, instalándose una oficina de correo en cada poblado, puertos principales y capitales de estado.

En 1834, se establece la tarifa de franqueo para las cartas y pliegos, y se tomó en cuenta su peso en onzas y la distancia en leguas. Se instituyó el derecho de certificación y la franquicia para  correspondencia oficial.

En 1840, se produce la primera reforma a la Tarifa anterior,  aumentando la tasa para las cartas y pliegos.

En 1850, se instauró el Correo de Venezuela por medio de vapores, desde Maracaibo hasta Ciudad Bolívar.

En 1859, se pusieron en circulación las primeras estampillas de correo.

A la llegada del General Antonio Guzmán Blanco a la Presidencia de la República, se dio inicio a una etapa de reorganización postal, buscando personal clasificado para ponerlo al frente de los puestos claves de esa estructura.

Lamentablemente, esto no tuvo buenos resultados y el correo cayó en una especie de letargo, durante el cual pierde toda transformación hasta bien entrado el siglo XX.

En 1931, la situación del correo de Venezuela es crítica. La comunicación epistolar es ínfima debido al alto índice de analfabetismo en la población. La ciudadanía fue sometida a decretos aislados dictados por el General Gómez, sin ningún efecto positivo en beneficio del servicio.

En 1936, bajo la Presidencia del General López Contreras se eliminaron las trabas, y se establecieron acuerdos internacionales. Se decretó, según Gaceta Oficio N° 20598 del 22-09-41, la creación de la Escuela Postal para capacitar a los funcionarios al servicio y formarlos en el Area Postal Telegráfica. Es decir, se evidenció progreso en el correo y ya para 1945, se tuvo un esquema claro de la Administración  Postal, dando gran importancia a la Escuela Postal.

Durante el período de 1948 - 1968, se registró en Venezuela un lento desarrollo en el correo.

En 1960, se decretó la regionalización del país, la cual se adaptó en la nueva estructuración administrativa postal. Muchos funcionarios fueron al exterior para capacitarse y recoger modelos y estudios de otros países que aportaran conceptos para lograr la modernización del Servicio Postal. De esa manera, continuó el avance progresivo y es así como el 28 de enero de 1978, se crea por Ley publicada en la Gaceta Oficial N° 2146 Extraordinario de esa misma fecha, el Instituto Postal Telegráfico, pero no es sino hasta enero de 1979 cuando inicia sus actividades, manteniéndose vigente la Ley de Correo y su Reglamento en todas aquellas disposiciones que no colindaran con la Ley de Creación de este Organismo.  Consecuentemente, IPOSTEL, pasa a administrar los servicios postales y telegráficos de carácter público, ejerciendo la suprema autoridad en materia postal y telegráfica, bajo la subordinación del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, actual Ministerio de Infraestructura, potestad que llega hasta el sector privado, tal como lo prevé el artículo 13 literal b de la Ley de correos y el artículo 50 de la Ley de Creación del Instituto y las disposiciones contenidas en el Reglamento sobre concesiones de los servicios de correo.

El correo y los telégrafos son servicios públicos prestados en forma exclusiva por el Estado, los cuales se originan por las disposiciones establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las Leyes Orgánicas  y las Leyes especiales que regulan la materia, además de las normas internacionales suscritas y ratificadas por la República, y las normas afines y complementarias que le sean aplicables.

Impacto social del correo

En Venezuela estamos conscientes de que los servicios postales, constituyen un instrumento político, económico y cultural de gran importancia. En el aspecto económico representa el factor clave para la  cohesión social, el fomento de la competitividad de las empresas y el desarrollo del comercio. También desde el punto de vista social permite el acceso de los ciudadanos al servicio de la comunicación escrita y entrega de mercadería, dando así cumplimiento al ejercicio del derecho fundamental de la comunicación y del disfrute de servicios de calidad, basados en los principios constitucionales de universalidad, preeminencia social, continuidad, economía, eficiencia,  accesibilidad y corresponsabilidad.

Pero más allá de estas consideraciones, el correo venezolano actualmente está enmarcado dentro de las políticas sociales del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, ya que contribuye decididamente con los programas sociales puestos en marcha hasta el momento, cuyo avance ha tenido un beneficioso impacto en la población. Hoy,  IPOSTEL, además de ofrecer a todos los ciudadanos un servicios postal telegráfico digno y eficiente, también  favorece a sus trabajadores y a la comunidad en general, a través de la presencia en sus instalaciones de las Misiones Mercal, Barrio Adentro, Robinson y Ribas, como parte de su adhesión a la política social bolivariana.

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